Económetro 2022 – El indicador de confianza socioeconómico
El Colegio Profesional de Economistas de Asturias en colaboración con profesores de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Oviedo y el patrocinio de Caja Rural de Asturias y PwC, ha elaborado en el primer semestre de este año la IV Edición del Económetro Asturias 2022, a partir de la opinión de 291 economistas colegiados, el 18,5% del colectivo total, que han participado en una encuesta sobre la situación económica del Principado de Asturias.
Al igual que en las ediciones precedentes, este análisis económico a corto plazo se estructura en dos bloques. En primer lugar, un conjunto de cuestiones recurrentes, que se repiten en todas las ediciones, con el fin de facilitar la comparabilidad de los resultados, sobre la situación económica personal y de Asturias, así como sobre otros temas clave para el cálculo de un índice de confianza económica.
En segundo lugar, el Económetro incluye una serie de cuestiones no recurrentes, relativas a algunas de las principales cuestiones que afectan a la economía asturiana en el momento de su realización.
El resultado del Índice de confianza (I-CEA) 2022, toma un valor negativo de -25,6 puntos, en una escala de -100 a 100, lo que trasmite una percepción de desconfianza global y pesimismo del colectivo de economistas respecto a su situación económica particular y a la del Principado de Asturias en su conjunto. Este dato supone un freno en la mejoría en las expectativas que se constató el año pasado, I-CEA 2021 de -12,43 puntos, después del catastrófico año 2020 marcado por la crisis del Covid-19 (I-CEA de -43,79) y se aleja del escenario inicial del Económetro 2019 (I-CEA de -6,96) que reflejaba una percepción cercana a la confianza sobre la evolución futura de la economía de los hogares y de Asturias en su conjunto.
El deterioro de la confianza se aprecia claramente en la percepción que tienen los economistas de su situación económica personal, ya que si bien el 60% de los encuestados considera que es igual o mejor que hace doce meses, no llegan a la mitad los que piensan que dicha situación será al menos igual o mejor dentro de un año.
Las percepciones son más pesimistas cuando se les interroga sobre la situación económica de Asturias. Dos de cada tres encuestados afirman que la situación de la economía asturiana es peor o mucho pero que hace un año y tres de cada cuatro creen que empeorará a lo largo de los próximos doce meses.
El mismo pesimismo se aprecia en relación con las previsiones sobre el ahorro en el hogar en los próximos doce meses, ya que solamente el 47,4% de los economistas creen posible el ahorro.
El único indicador que mejora respecto al año anterior es el relativo a la percepción sobre la evolución del desempleo en los próximos doce meses, a pesar de que el 63,9% de los economistas piensan que aumentará en mayor o menor medida, casi seis puntos y medio menos que el año pasado.
Interrogados sobre los principales factores de competitividad de la economía asturiana, los encuestados consideran que el precio de la energía, la presión fiscal y los costes salariales son, por este orden, los factores que influyen de forma más importante en la misma.
En las cuestiones no recurrentes, en primer lugar, se ha pedido a los economistas asturianos su opinión sobre el aumento que se está produciendo en la tasa de inflación, valorando el 81,8% de los encuestados que ha comenzado un período de inflación prolongada, que obligará a realizar cambios en las políticas fiscal y monetaria.
En segundo lugar, el 78,7% considera que la implantación del registro retributivo de la plantilla y la obligatoriedad de los planes de igualdad de las empresas va a constituir para éstas una carga administrativa sin que se traduzca en una mejora de la situación del de los trabajadores. La subida en el salario mínimo interprofesional provocará una menor creación de empleo para el 67,7% de los economistas y el 80,8% de los encuestados considera que debería acometerse una bajada de impuestos para reactivar el consumo y la inversión.
Finalmente, el 52,9% de los economistas considera que la reforma del sistema de cotización a la Seguridad Social de los autónomos provocará que muchos de ellos contraten menos empleados para compensar el aumento de sus cuotas.